La tribu Gnaoua y su música, tiene sus orígenes en una zona conocida por ellos como Sudan. Este lugar corresponde a una gran parte del Sahara del sur y África central y del oeste; no es el Sudan actual. La tribu fue traída a Marruecos en la época de la esclavitud, donde fueron comprados y vendidos por árabes, bereberes y europeos.
Trajeron con ellos su cultura, sus costumbres y tradiciones. Este patrimonio se ha extendido a lo largo de tiempo, aportando muchas pinceladas a la cultura marroquí, particularmente se puede observar en Essaouira, donde los Gnaouas se han integrado plenamente en la sociedad. La música es el recurso más valioso del pueblo Gnaoua. Es la forma a través de la cual se comunican con el mundo.
Este sentido espiritual adquirió mayor importancia, en la época de migración forzosa a Marruecos. Traspasaban el desierto a pie, encadenados de pies y manos. Y en esas circunstancias los Gnaoua cantaban, para aliviar su sufrimiento y buscar la calma. El sonido de las cadenas, imitaba el sonido de los instrumentos , y siendo su condena era al mismo tiempo su desahogo.
Con el transcurso de los años la tradición musical ha sido conservada, y heredada de generación en generación, junto con sus costumbres sociales y sus tradiciones particulares. Las canciones nos hablan de religión (hacen alusión al Profeta y a Allah), de la libertad, de los antepasados y del hogar ancestral en Sudan.
La música tiene un fuerte vínculo con la religión y la espiritualidad de los Gnaouas. Se toca durante las ceremonias religiosas y las fiestas culturales, igual que hace siglos atrás. Los instrumentos incluyen al Ganga (tambor grande), el Tangagat (tambor pequeño), los Iquarquachin y el Hajhouj (instrumento de 3 cuerdas con tonalidad baja).